Actualmente vivimos en una sociedad en donde autores consagrados como Ruiz Pérez 2011 nos dicen que los niveles de desarrollo motor han disminuido. Con la práctica sistemática y continua de un deporte como el atletismo mejoraremos y aumentaremos la actividad motriz de los niños y niñas.
Cuando un niño o niña comienza en una Escuela de atletismo debe entrenar de todo y además todo el tiempo, tal y como nos dice el Profesor Mariano García Verdugo, ya que si no, podremos desestabilizar el futuro motor de los y las atletas que tengamos.
Considero importantísimo educar a la persona durante el proceso de aprendizaje motor con un especialista en atletismo para menores, que se esmere en su proceso de adquisición de nuevas habilidades motrices básicas y le acompañe en su proceso formativo con cariño, respeto, paciencia y ambición.
Educar es parte imprescindible del proceso de un atleta, formando de manera integral al niño o la niña y educando a su entorno. Se trata de ir adquiriendo hábitos de vida saludable y aprendiendo a entrenar.
Se concreta en construir a un o una atleta física y mentalmente disfrutando de su proceso-aprendizaje diario, con un o una guía en el camino como será el profesor, entrenador, educador o profesional de la actividad física, evolucionando en un proceso a largo plazo donde no podremos especializar a un niño o niña porque marcamos el detrimento en su futuro físico y mental. Ya nos lo decía los diversos estudios realizados por el Profesor Mariano García Verdugo en la Real Federación Española de atletismo. Estudiaron a los y las atletas de élite en los ránking que aparecían por primera vez en los 5 primeros puestos en la modalidad de resistencia. El 75% de ellos aparecieron después de la categoría Sub 23. Es decir, destacar temprano en categorías menores es no destacar en categorías sub23 y absoluto en una alta probabilidad. Y es que, no podremos identificar al talento antes de la pubertad, el niño o niña no se ha desarrollado ni evolucionado, y debemos tener presente que es un proceso formativo muy a largo plazo donde prima su formación íntegra, valores, condiciones, su entorno, su capacidad para poder entrenar, aprender el esfuerzo, mejorar su salud…
Para todo ello, los niños y niñas no pueden entrenar con el objetivo de hacer una prueba en específico, por el bien en el proceso motor de un niño o niña es obligatorio jugar con objetivos siempre con la supervisión de un o una profesional educador o educadora que enseñe hábitos y “enganche” al pequeño o pequeña mediante el esfuerzo.
Es importante cuidar al niño o niña, potenciar su salud y respetar su desarrollo. El atletismo es un deporte completo con el que podemos trabajar todas las habilidades motrices básicas tan necesarias en esas etapas sensibles de un o una niña. Así que es interesante proponerle pequeños retos asequibles y aprender que el éxito llega después de sucesivos esfuerzos. ¡Feliz largo camino!